Volvemos con nuevos temas en «Arte en Serie». Hoy me gustaría centrar el tema de este post en el regreso de dos grandes del cine. Esta vez, han vuelto a aparecer en dos novedosas y originales series de televisión que han tenido un impacto algo decepcionante en el público norteamericano. Se trata de Michael J. Fox y Robin Williams.
¿Quién no recuerda a Michael J. Fox? Quién no lo recuerde, solo tiene que intentar visualizar quién era el protagonista de la trilogía «Regreso al Futuro» (Back to the Future). ¿A qué ahora lo recordáis?
A finales de septiembre, la cadena de televisión norteamericana, NBC, estrenó la nueva sitcom llamada The Michael J. Fox Show, en la que el protagonista era el propio Michael. Este encarga a un ex presentador de noticias en una cadena de televisión neoyorkina, que después de ser diagnosticado con la enfermedad de Parkinson se centró en su salud y en su familia. Cinco años más tarde, los niños son más mayores y Mike decide volver a trabajar, a pesar de su enfermedad.
El concepto es bueno, además, siempre es un aliciente ver como actúa Michael J. Fox. La serie se prioriza el humor y hasta la propia enfermedad del protagonista es a veces parodiada. Considero que es un punto de vista positivo, mostrar a la gente que, aún teniendo una enfermedad tan grave aún se pueden hacer muchísimas cosas. La serie en este sentido es perfecta.
La familia «ficticia» de Michael en esta serie se compone de su mujer, Annie Henry, que la encarna la actriz Betsy Brandt (la inconfundible Marie, cuñada de Walter White); además de los tres hijos y su cuñada.
La estructura familiar es moderna y tradicional a la vez, y los argumentos de cada capítulo se van entrelazando los protagonistas de las tramas. Muestra la sociedad de hoy en día, donde la tecnología se impone a una tranquila charla familiar o donde los hijos adolescentes hacen todo lo posible por no hacer caso a sus padres.
Michael J. Fox Show: La crítica
Es novedosa y original. Muchos tenían muchas ganas de volver a ver a Michael en la pantalla (aunque en este caso sea en la pequeña pantalla), pero siempre hay un pero, aunque considero que es divertida y realmente entretenida, el humor es demasiado básico, e incluso he escuchado comentarios de que no tiene ninguna gracia.
Personalmente, el único episodio que he visto con ganas e impaciencia a que empezara fue el primero. Considero que los demás capítulos son un intento, creo que fallido, de reproducir el impacto que supuso el episodio piloto. Eran esas ganas de volver a ver a Michael J. Fox en acción lo que ayuda a la serie, porque si no fuera por él, no tendría mucho éxito.
Ahora cambiamos de cadena, hacemos zapping hasta la CBS y nos centramos en hablar del estreno de la serie The Crazy Ones protagonizada por el gran Robin Williams. Encarna a Simon Roberts, un genio de la publicidad que posee una importantísima agencia en la ciudad de Chicago. Trabaja codo a codo con su hija, Sydney, la cual encarna la actriz Sarah Michell Gellar, y esta tiene que intentar controlar los «ataques» de creatividad que tiene su padre.
Es una serie en tono de comedia (como no podía ser otro), que considero que es divertida, original, desternillante y que incluso, se hace corto los 20-22 minutos que suele durar cada episodio. Es un argumento convincente, al menos que atrae en gran medida, porque tiene algunos toques de Mad Men, adentrarse en el mundo de una agencia de publicidad, pero desde un punto de vista más moderno y actual.
Lo que acabo de comentar sobre las coincidencias entre Mad Men y The Crazy Ones no lo digo a la ligera. Está claro que televisar ahora el proceso de la publicidad ha supuesto un éxito desde que apareció en pantalla Mad Men, y hay claras referencias en The Crazy Ones a esta última serie mencionada, ¿qué mejor que coger un formato de éxito como Mad Men, darle la vuelta para convertirlo en una serie cómica y poner de protagonista a Robin Williams?
En mi opinión: éxito asegurado.
Porque Robin Williams tiene ese encanto que nos ha ido transmitiendo con cada película que ha hecho, al menos yo le recuerdo desde que era muy pequeña, y ahora verle protagonizando el papel de Simons Roberts es una alegría, cada momento es una pura carcajada, porque no sabes qué va a hacer a continuación.
The Crazy Ones: La crítica.
Una serie muy recomendable para aquello que se consideren fans incondicionales de un grande como es Robin Williams. Es una serie divertida, ligera y rápida, puedo asegurar que los minutos pasan volando. Lo importante es que una serie te haga reír.
Pero siempre hay un pero, como en la anterior serie que he comentado, The Michael J. Fox Show, el éxito de la serie depende única y exclusivamente, en este caso, de Robin Williams. Son los protagonistas de excepción los que ayudan a que estas dos series salgan a flote y no se hundan, porque si no fuera por ellos, y la serie tuviera que mantenerse solo con los demás personajes no tendrían ningún futuro.
Aquí tenéis los trailers de ambas series:
The Michael J. Fox Show
The Crazy Ones